Elucubrando
Ya que somos aquí y conversamos,
hablemos del amor profundamente,
del amor que sentimos, manoseamos,
desconocemos y mientras vivamos
jamás lo aprenderemos, ciertamente.
Hablar, se puede hablar de cualquier cosa:
conocida, ignorada o inexistente,
sólo es hablar, dirá la mariposa
que vuela, hace giros y se posa
como en nosotros nuestra propia mente.
Y ¿qué diremos?, a lo mejor poesía,
esa sacerdotisa tierna del amor
que nos lleva a probar la fantasía,
que nos cambia la noche por el día
y nos deja temblando de estupor.
En esas condiciones de la clave
si son ciertas o sólo son agravios
no lo sabremos pero en lo que cabe,
a veces diremos lo que no se sabe
y habrán algunos que nos llamen sabios.