Fabio de Cabrales

Retiro de la poesía

Carbonífero pájaro, acaso despierto,
que le diste a mis plumas calor, compañía,
que has llevado mi canto por todo el desierto:
ha perdido mi lira su voz, su alegría.

He perdido mi cuerpo cayéndome muerto
en la misma batalla do ayer yo nacía,
y he dejado, en mi pérdida, un libro, un concierto
de caducos insomnios, caduca osadía.

Me despido del lecho que amé brevemente,
me despido del mármol en que hice, paciente,
una estatua al recuerdo cuidando al olvido.

Me despido, algún tiempo, del verso y la pluma:
Avestruz que se duerme, jamás se despluma,
y así acabo durmiéndome. Adiós. Me retiro.