Lucas Gress

Ingeniera de lo adverso

En tu herida me refugio ya,

en tu dolor,

cuando mis manos miras

terremotos de inquietud.

En tus ojos 

que ven y sienten,

que lloran,

el mal cableado de mis nervios.

 

Has visto las heridas ya,

como una instalación,

de falsos contactos,

ingeniera de lo adverso;

y los torpes movimientos

con que he intentado ya

reparar los errores,

con defectos.

 

No llores más:

la calma no es adversa,

temporal son las averías,

finitos los tormentos.

 

Los planos de mi instalación

que enmendan el dolor,

ya los he hallado:

los recuerdos discretos,

tus palabras de aliento,

atemporales,

tu cariño y amor:

programados,

pilotados remotamente

desde los recuerdos.