Mientras los latidos
del corazón
resuenen en tu pecho
y la salud te sostenga
en tu camino...
siempre habrá
un motivo para alzarte.
Mientras los días
transcurran indiferentes,
sin pena ni gloria,
pero sigas siendo parte
de ellos...
siempre existirá una razón
para no rendirte.
Mientras guardes en tu
propia esencia
el propósito que te
trajo aquí...
siempre encontrarás
una razón
para avanzar y crecer.
Mientras tengas presente
que todo puede desvanecerse
en un suspiro,
como una estrella fugaz...
siempre tendrás un motivo
para vivir con intensidad.
Y si comprendes todo esto,
no habrá espacio para el lamento,
solo para erguirte con
fuerza cada día,
avanzar sin mirar atrás...
irradiando tu energía
y dejando una huella
única al pasar.
Como la gaviota
que se eleva libre
al viento y al horizonte, recuerda.
Que todo lo que has sido
y hecho,
tanto contigo mismo
como para con los demás:
¡Contigo también partirá!