No hay momento, amor mío, en el que no piense en ti.
En el día, al mirar la luna;
en la noche, al mirar el sol;
en la lluvia, cuando cae la nieve;
en la oscuridad, cuando tu luz resplandece.
No hay lugar, vida mía, en el que pueda estar sin tu presencia.
En el mundo, donde las galaxias habitan;
en el mar, al tocar el pasto.
Fuera de aquí, corazón, no hay inmensidad de tiempo en el que no existamos.
En mi mente, al crear momentos;
en mi corazón, donde perteneces.
Y a veces, amor mío, tu ausencia pesa,
como un suspiro que el viento se lleva.
-Mel