Lo permitido y lo condenado
En los parques unos exhalan vapores sin pudor,
mientras otros inhalan ese humo sin temor,
y nadie se asombra del daño invasor,
que enturbia el aire con su denso olor.
En cambio, si dos personas se dan amor,
la multitud los mira con horror,
y murmuran juicios con fervor,
como si el afecto fuera un error.
Quizá mañana la esperanza nos llame
a un parque libre consagrado al amor,
si el humo halló quien lo proclame,
el cariño merece su mismo honor.🙏
Laura Meyer
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