Si este amor se notara, así, sin más,
como un día de sol,
sé que te asomaras a tu ventana.
No para buscarme, no,
sino para confirmar que el mundo,
el mundo tuyo y mío, sigue girando.
Pero hay algo que te cruje por dentro,
como el cielo antes de la tormenta,
y sales corriendo a recoger la ropa,
esa olvidada en el patio.
No sea que estos amores,
con su lluvia inevitable,
nos sorprenda desprotegidos.