Te extrañé toda la lluvia
toda la humedad opaca
que cubre cada muerte breve
de soles y tormenta.
Te extrañé cual cántaro de greda roto extraña al agua
Te extrañé todos los tejados vacíos de gatos,
hojas y zapatos
Te extrañé como el silencio al riego
de campanas bronceadas
y aburridas de empujar a curas y fieles
al púlpito gastado
de ruegos y lamentos solitarios.
Así me quedo,
mirando la nada
apretándome los labios
para no gritar tu nombre
para no rasga el aire tantas veces violentado.
No estás, pero existe no muy lejos
bajando .... y gastadas escaleras
mimando el llanto dulce
mirando la bahía suspendida en un pensar
y un cigarrillo de humear tristón y suave
Se que existe tu andar entre la gente
los amigos y el licor
con tus detalles,
esos pequeños detalles
inundándome las ganas
y pese a todo, tal vez no te extraño
tal vez este deambular por los cuartos
mirando nada y a la nada
sean mi manera
de arrimarme hasta tus ojos
que la música que fluye lenta
penetrante me hace estar contigo
que el paisaje ya es de oleo
y la lluvia no lo mata
las verdades extremas existen
que cuando tus senos me respiran
me tiñen de ausencia feroz.
Vuelvo nuevamente
atrás quedaron las mesas, los vasos
las risotadas alcohólicas
la música gastada en horas
de trasnoche y sal.
Ahora, vivo conmigo y mis incertidumbres
Certezas y posos de silencio…..
Y te extraño, siempre te extraño
Recorro una y otra vez
el sembradío de estrellas hasta la aurora
y sigo lleno de estas ganas de ti
Y te extraño, siempre te extraño