Lengua eres látigo obsceno,
víbora que se retuerce,
que tan sólo el mal ejerce,
escupes solo veneno.
Te alimentas de tolueno;
será que te falta seso,
muy pocos salen ilesos;
te asomas para dañar,
buscando a quien desdeñar,
¡lengua!, te hace falta... ¡un hueso!
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Dr. Salvador Santoyo Sánchez.