Catalinaa

Regar

Tengo un bonito jardín,

lleno de mis flores favoritas.

Por las mañanas salgo a veces,

a regarlas con mi agüita.

 

Muchas veces se nubla

y se me olvida darles sol.

Otras el calor es insoportable

y no recuerdo regarlas con mi amor.

 

De pronto el tren del pensamiento,

me lleva acordarme de mis flores bellas.

“¡Debo volver pronto o quizás

nunca más sabré de ellas!”

 

Corro a mi bonito jardín

y veo que muchas están secas,

caigo de rodillas,

entregándome a la miseria.

 

 

Entre hipos y sollozos,

la pena no se me quita,

las abejas me dicen:

“Flor que no se riega, marchita.”

 

Me levanto de mi poza

y me seco las lagrimitas.

¿Qué saco con ovillarme

si aún debo cuidar mis plantitas?

 

Corro de vuelta a mi casa

y traigo tres regaderas,

hay amor, dedicación y esfuerzo,

en cada una de ellas.

 

Mis lavandas revivieron en días,

mis azucenas en semanas

y mis lirios en meses.

Pero crecieron al fin y al cabo

y el amor supera al tiempo a veces.

 

Hoy mis florecitas,

son plantas grandes y fuertes,

me costó unas varias lagrimitas,

pero sé que si me empeño,

durarán para siempre. ♡