Me miras,
como si me conocieras de siempre,
como si hubieses estado conmigo
desde el amanecer de los tiempos.
Te miro,
como algo nuevo que apenas llega,
como una novedad antigua en mis días
plácidos esperando la puesta del sol
tras la ventana de mi cuarto.
¿Estamos destinados?
Es posible,
que desde siempre fuéramos uno