Nicolás Ramirez F

Cuando duele tu ausencia.

Muchas veces he dicho

que por más que duelas

y en la distancia te nombre,

aún te recuerdo

cuando duele tu ausencia.

Tal vez las flores 

de septiembre 

puedan enviarte este poema

y la primavera

te bese en los ojos

con un nuevo amanecer

tan bello con aquel

nuestro querer,

que un día se fue,

cómo me fui yo,

que se quedó,

cómo te quedaste vos,

que sigue siendo amor

aunque estemos lejos

los dos.

Que me digan cómo hacer

los que saben de esta ciencia,

cómo hago para curar

ésta, tu dolorosa ausencia.

Hoy, quisiera ser río,

y poder ir sur abajo,

quisiera ser peregrino

conocedor de atajos,

quisiera ser lluvia 

para mojar tus campos,

llegar hasta vos

con algún payé,

sonando en tus oídos

como un chamamé.

Cómo te extraño, alma mía,

cuánto me duele tu ausencia.