Maxi Aristarán

El jardín de las almas

En el jardín secreto donde el alma florece,

la comunidad de versos susurra en la brisa,

cada poema, un faro de luz que estremece,

tejiendo en el pecho un canto de sonrisa.

 

Son letras que danzan con gracia y misterio,

como jazmines que en la noche se abren sin miedo,

y en cada palabra hallo un mundo etéreo,

un universo noble, puro y sincero.

 

Oh, gloriosa tribu de la pluma sagrada,

vuestros versos son perlas en el mar del sentir,

con gracia persa, la esencia desplegada,

me envuelven al corazón, me enseñan a vivir.

 

Entre los suspiros del tiempo y el cielo,

vuestros poemas son joyas que rinden duelo

a la sombra, al olvido y al paso incierto,

llenan mi ser de amor, de luz y de viento.

 

Así mi alma se pierde, encantada y vuelvo,

a la dicha infinita de leeros y beber,

la magia que emanan, el fuego en el tiempo,

la eternidad que en vuestras letras suele nacer.