Te entre en mi y al dormirte tu respiración
me envolvió.
Poblé tus sueños y tú, los míos, sembre
en ti rosas y sus espinas y tú, en mis sueños
mieles, libros y chocolates.
dejamos de ser para ser uno y ya no soñaba
ni yo ni tú, sino un solo sueño, como la lluvia y
aquello que moja, el sol y lo que alumbra
el mar y sus limites.
Al dejar ser, éramos más que la parte, la totalidad
que lo absorbe todo, ya no hay nada disperso, ni las risas
ni los llantos, ni los besos algunas vez dados.
Nuestro sueño lo abarca todo, desde que éramos
espermatozoides y óvulos, hasta que seamos polvo
y olvido por la eternidad.
Ya no sueñas tu, ya no sueño yo, un único sueño
como tu respirar que me envuelve y respiro através de ti,
no somos la unidad, que se puede dividir
somos la totalidad indivisibles y eterna, más allá
del fotón y del quásar, más allá del perdón y el amor
todo nuestro pasado, todo nuestro presente, en
un solo cuerpo en un solo sueño, por y para la eternidad