LA ETERNIDAD
El pastor alemán suspira.
Luego se levanta y sale de la habitación.
Siente que jugamos un ajedrez sin piezas
o con piezas, pero sin tablero.
Ve que somos cartas del Tarot
y ha salido a conciliar su sueño en otro lado.
Afuera suspira de nuevo.
Ahora más hondo.
A las tres de la mañana la eternidad se puede ver…
pero no se puede tocar.
A las cuatro se puede tocar…
pero no se puede ver.
Augusto Rincón
Del libro LOS CAMINOS - SECRETARÍA DE CULTURA - PASTO - COLOMBIA - 2024