Pequeño Dios
 Noche de celda. Si la carne no habla.
De rodillas, mi cuerpo rueda.
Rezo en silencio, conjuros sin fe,
mil valles que tiemblan, no sé por qué.
Sin morada. Sin castigo.
Sin promesa. Sin abrigo.
Sudor antiguo. Fervor mordido.
Todo lo que toco… nunca fue mío.
Verbo. Cuerpo. Hombre callado.
Nombre sagrado, nunca entregado.
Todo lo que anhelo, todo lo que imploro,
se muerde en mi boca como oro sagrado.
Te desea mi mente, con sombras inciertas.
me deseas. Lo escribes en todas las puertas
con fiebre, con peso, sin tregua, sin tregua
— lo dices, no cesas.
Que tiemble el pecado, no sabes mi nombre.
No alcanza. No puede. Se quiebra. Se esconde.
Pequeño Dios,
silencio vivo.
No hay redención.
Solo este temblor cautivo.