¿Qué tanto duele la vida?
¿Quién hizo que fuese así?
¿Dónde está la frase ausente
Capaz de acabar mi sufrir?
¿Cuándo lo habré escuchado?
Quizás ya lo he olvidado
Y en el oblivion tan sólo
Resuena su eco en el abismo.
Dos palabras capaces de destrozar
Capaces de desarmar
Capaces de entender
Capaces de conectar
¿Por qué, entonces, no puedo creer
Que sean en verdad reales?
Si yo mismo las siento luchar
Para salir de mis cuerdas vocales
Las palabras son del aire
Pero me niego a creer que
Estas no pesen más que cualquier hombre.
Más que cualquier duda.
Más que cualquier mentira.
Quizás por eso me cuesta tanto decirlas.