Carlos Andrey Vargas Araya

 No se le olvide ser feliz

 

Se siente como un susurro al alma: una mezcla de nostalgia, sabiduría y amor por lo vivido y lo que aún se sueña, por eso... 

No se le olvide ser feliz, aunque el reloj no espere,  aunque la vida se escape  como agua entre los dedos.

A veces creemos que hay tiempo,  
que primero la meta, luego el alma,  
pero la vida no se pospone,  
se vive, se respira, se ama.

Hay quienes llegan como destino,  
no como desvío.  
Se incluyen en los sueños  
desde el primer latido.

La juventud no es un número,  
es el temblor compartido  
de dos miradas que se eligen  
en medio del ruido.

El miedo nos detuvo, sí,  
como puertas sin llave,  
pero también nos enseñó  
que el valor no es ausencia,  
sino paso firme en la duda.

Me arrepiento de lo que no hice,  
pero abrazo con ternura  
cada instante que sí viví,  
cada risa, cada herida,  
cada amor que fue semilla.

Y está bien construir un hogar,  
aunque digan que es mejor la soledad.  
Porque hay belleza en el nosotros,  
en el fuego que no quema,  
sino abriga.

No se le olvide ser feliz,  
aunque el mundo lo olvide.  
Porque al final,  
eso también es una meta  
que merece vivirse.