Vivimos en un mundo de mentira.
Todos los días vemos caras, vidas y acciones que engañan a cualquiera y esconde nuestra realidad, realidad que nos afecta a todos por igual, sufrimos en silencio y callamos lo que sentimos por temor al que dirán, a la burla y al escarneo de cuando se dice la verdad.
Preferimos usar máscaras para entrar o agradar a un grupo selectivo olvidando la realidad que vivimos, realidad que regresa con a solas nos sentimos donde lloramos y sufrimos por no poder decir lo que sentimos.
Ve uno transeúntes todo los días pero no la realidad de aquel amigo.