Yo, debajo de los mapas soy una espiga que crece.
Tierra sobre tierra y aire sobre aire, bebiendo luz.
Agua que no corre a ninguna parte y se queda aquí.
Sobre los mapas, extiendo mis pies y me tropiezo,
dando vueltas por sobre mi cabeza, sin encontrarme.
Abundo en referencias, sin hallar puntos de inclusión.
en un mundo hecho a la medida del marchante
que marca las playas con el nombre de su historia.
Si hoy me caigo de las montañas y me arrojo al mar,
mañana quedaré varado en una tierra imposible,
sin esperanzas de ver otra vez el suelo donde nací,
no porque ya no pueda volver a él, sino porque ahora
pertenece a unos señores que nadie vio llegar.
Esa es la señal de los nuevos tiempos, no ser más,
ni ser menos, en un mundo que gira para engordar
a los que pueden disfrutar de la que ahora es su tierra
Y yo, debajo de los mapas aún sigo siendo un sueño,
por encima, escuche decir que ya no siga esperando.