Sierdi

TENTACIÓN DE ENSUEÑO

 

Descienden recuerdos de la nada, quimeras de fantasía.

Torbellinos arrojados que desencadenan, rumores de ternura.

Lisonjeando, enjabonan acariciando mi cuerpo con premura.

Tocan sin permiso, integrándose a mi alma, quieta y vacía.

 

El deseo construye su portento, un castillo forrado con blancos lirios.

Me extiende su corona, nutriéndome con rumor de gozo y manjares.

Transgredido con su pericia. me desviste, calando, mis trémulas pieles.

Entre su carmesí ponzoñoso y perfumado, sacia sus fantasías de delirio.

 

Aguza a mi oído, un tono de llamada. Un estruendo, que salta hasta el tejar.

Es mi mujer, que, entre alegatos y gritos, me despierta, queriéndome devorar.

¡perdóneme! Señora mía, ¡le suplico!  yo la amo. Solo fue, mi simple soñar.

Si no, persigo aventuras despierto, mucho menos… en mi calmo descansar.

 

Si los sueños me desean…

¡no lo puedo evitar…!