VELOCIDAD DE LAS HORAS
¿Cuánto tiempo se puede permanecer mirando fijamente
desde de la ventana situada en lo alto de un edificio?
¿Pongamos que se estuviera contemplando un monumento
o, quizás, la ciudad de la luz, París?
¿Tal vez dos horas seguidas?
No, más, mucho más, se puede consumir el tiempo
de un día o de todo un mes
en parte maniatado por las circunstancias
pero también como consecuencia de una firme
voluntad contemplativa.
Los minutos no pasan para los reyes
y para algunas otras personas a la misma velocidad
que para el común de la gente.
Gaspar Jover Polo