Desconectado del sentimiento,
divagando por las periferias de la perfidia,
asumiendo que es normal…
que es natural y lógico,
que ya pasará,
que la vida es así…
y que la paciencia,
con el transcurrir del tiempo,
nos devolverá la oportunidad.
Que un día de repente todo acabará…
y en una nueva sonrisa aparecerás,
pero no será…
tú no volverás,
solo habré conseguido dilatar la espera…
que no pudo escapar de las garras de la desesperanza.
Como poder restablecer la ilusión,
que hechizo debo hacer para recuperar la pasión,
en donde han quedado las ganas de enamorarse,
porque ya no significa nada eso del amor.
Todo sin ti se volvió un tormento …
tu abandono se hizo permanente,
y desvariar con tu regreso…
termina siendo un consuelo.
A veces…alargo mi silencio…como un urgente intento...
por desaparecer tu recuerdo en el olvido,
pero es en vano,
solo consigo aumentar mi ansiedad,
y desbordar la tristeza incontenible que siento.
Como un hecho de correspondencia diaria…
tu siempre te manifiestas en mis horas más negras,
con la dualidad de tu concepto,
como alarido delirante de compasión…
como alivio a mis momentos de mayor desesperación.
Tú eres ese extraño desconcierto…
que me deprime…y repentinamente me alienta,
esa doble emoción…por quien muero de obsesión…
por quien vivo en constante suspenso.