Estoy cansada,
pero aún existo.
Y sí,
esto es lo último que dejo:
¡quiero que arda como yo!
Como mi alma de fénix
y mi corazón de candelas heladas,
con mi risa risueña
y mi nostalgia desbordada.
¡Oh! ¿Qué será del mundo
sin las personas que arden desde el abismo,
que gritan desde sus entrañas?
¡QUEMO MÁS QUE MI DOLOR,
VIVO MÁS PARA MI ALMA!