Coplas
¡Qué dudosa es la mujer
que le asegura a un hombre
con apellido y con nombre
cuánto lo llega a querer!
Eso es común, y en razón,
siempre quien cree la pierde:
perro que ladra, no muerde,
ya lo sabe el corazón.
Por lo tanto, la raíz
guarda del árbol esencia;
y el hombre, con su existencia,
lo vuelve al tiempo infeliz.
Pero hay hombres que también,
desconocen cual partida:
pierden por ellas la vida,
sin que ellas así la den.
¿Esto es teatro o amor?
La verdad ya no se entiende;
pues compra quien nunca vende
y vende hasta el que es peor.
Samuel Dixon