Luis de leon

AMOR QUE SOSTIENE

Él la mira como si fuera un milagro,
aunque ella se mire rota en los espejos,
aunque sus dudas le pesen en el alma
y sus demonios le hablen en silencio.

Ella cree no merecer caricias,
se esconde tras miedos y cicatrices,
pero él le toma la mano despacio,
como quien abraza lo frágil y lo eterno.

Sus palabras son bálsamo en la tormenta,
un refugio cálido en medio del frío,
pues sabe que amar no es solo ternura,
es quedarse cuando todo parece perdido.

Él ve en sus ojos la fuerza dormida,
la luz que aún tiembla pero no se apaga,
y jura luchar contra sus sombras
para recordarle que sigue siendo amada.

Porque amar a una mujer con heridas
es aceptar que el tiempo será testigo,
de cómo la paciencia y la ternura
transforman el dolor en un destino compartido.