Andres V. Almiña Negrete

EL IMPACTO DE GEMELAS

 

En la ciudad que nunca duerme, un suceso ocurrió,
un once de septiembre, el mundo se paralizó.
Las personas en las calles escucharon un estallido,
en el dos mil uno hubo muerte, horror y heridos.
 
Unos miraron el suceso en casa, otros en vivo,
asustados vieron a un gigante herido:
se tambaleaba, quemándose y dolido,
y a su hermano Sur lo golpearon sin aviso.
 
Ambos hermanos cayeron vencidos en el suelo,
mientras miles lloraban, clamando al cielo.
El polvo cubría la mañana soleada,
las calles atónitas, la gente espantada.
 
Los cuatro jinetes del Apocalipsis cabalgaron aquel día,
con ataques que nadie esperaba en la vida.
Otro jinete cargado con granadas se estrellaba
en el fortín del oeste, donde el pueblo temblaba.
 
Otro caballo avanzaba con rumbo decidido,
pero guerreros ocultos desviaron al bandido:
quería derribar sin piedad la Casa Blanca,
y cayó en un campo donde nadie lo esperaba.
 
La Federación de los cincuenta Estados declaró guerra,
invadiendo Afganistán, con dolor en la tierra.
El líder terrorista huyó a montañas blancas,
y admitió su crimen, alevoso, sin pena ni alma.
 
Pasaron diez años hasta poderlo cazar,
la rata oculta ya no pudo escapar.
Un dos de mayo del dos mil once,
terminaba la pesadilla que el mundo aún reconoce.
 
En memoria de los caídos, se creó Ground Zero
y en los parapetos de bronce reposan todos los nombres
un símbolo de resistencia se recuerda con vehemencia
donde existen dos espacios vacíos que no quedan en el olvido.
 
De aquel recuerdo nació una herida mundial,
pero también la unión contra el mal.
La Ley Patriótica surgió como prevención,
y entre escombros renació la convicción:
 
hacer de la nación un lugar de seguridad,
un pueblo que lucha por su libertad, recordando
que el poder económico y la fuerza de USA
son los inmigrantes y ciudadanos que se dan la mano,
creyendo en el progreso, unidos como hermanos.

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Andrés Almina Negrete – A.V.A.N.

09/11/2025