marco romero

La mejor de mis mentiras

Viví en otro mundo, un mundo en el que ella era mía; y soñaba y reía y moría todas las veces en que la imaginaba.

 

Su sonrisa era un vértigo, un hueco que se abría en el suelo y yo me caía en ella.

 

 La luz misma se tejía para vestirla, para ser su cuerpo.

 

Era la mejor de mis mentiras, la única en la que mis sueños se hicieron de carne.

Era mi ilusión más preciada.

 

Yo me dormía en sus brazos con los ojos abiertos haciendo círculos en el borde de su boca buscando el centro de ese pequeño universo.

 

Miraba la creación de las estrellas en su piel, la arquitectura invisible de su sexo, la que solo yo conocía.

 

m.c.d.r