No llores
No llores,
me digo cada noche.
Algún día ella sabrá
de las letras y cantatas que le dedicaste.
No llores, amigo.
Ella te recuerda…
Y si no lo hace,
las melodías te reconfortarán.
Mientras llueve afuera,
escribes y escribes,
intentando sanar tu herida.
Una herida causada por todos,
o por nadie...
Tal vez por mí.