En la última palabra no dicha,
se pierde aquel magnífico verso,
por esconder el deseo perverso,
y ahí germina una desdicha.
En la última palabra no dicha,
de mis pulsiones queda el anverso,
inexplorado otro universo,
al no apostar mi más audaz ficha.
Eso que no dije ya se fermenta,
pues, aunque esta mente juramenta
que era lo ciertamente propicio,
queda sinsabor mientras hoy pernoto,
ya que, tristemente, ahora noto
cómo las ocasiones desperdicio.
Ryan Pires ___✍🏽©