Amor de infancia
Recuerdo, en primaria había una niña,
que a muchos nos gustaba ahí sentada:
su cara, su sonrisa y su mirada,
mostraban a una rosa de campiña.
Y siempre, un compañero de rapiña,
quería adelantarse en la jugada,
mas nunca, pudo el joven hacer nada;
perdió todo por ella en esa riña.
Y cuando, dispusimos un debate,
a ver quién se quedaba con la dama,
el juez, en media cancha hizo un regate.
Al ver, rápidamente cuya trama,
pensamos terminar el disparate,
dejando apagar viva aquella llama.
Samuel Dixon