La rectitud de mis costumbres me condena,
Me veo obligada a ser un ser de la sociedad.
Vedada de mis ideales me conduje a la vida desnuda,
Para comenzar una vez más la rutina,
Volver al letargo del que tanto hablaba,
Castigo en el que me metí conscientemente.
Mortificada en un ciclo eterno,
Temiendo perder lo que nunca tuve,
Y sin esfuerzo por conseguirlo,
Fui mezquina de placer.
Atada a mi caracteristica ansiedad,
Existiendo de la peor forma,
Mi destino es regresar eternamente.