karonte

Lectura del Más Allá

Dice que no tiene amigos,

pero el conteo no miente,

o son sombras obedientes

o sus cifras tienen giros.

No hay susurros ni testigos,

nadie comenta en la escena,

pero el número envenena

como magia artificial.

Parece un toque digital…

más que tinta, su cadena.

 

Vienen sin pulso ni aliento,

pero igual dejan su manita,

van marchando en modo seguro

conversando con el viento.

No hay latido, solo intento

de parecer muy humanos,

aunque sus clics inhumanos

no distinguen ni el poema.

Son los zombis del sistema…

con diez dedos y sin manos

 

Leen sin ojos ni cejas,

ni alma, ni pensamiento,

pero inflan el movimiento

como si fueran ovejas.

Comen versos, dejan huellas,

sin saber lo que han tragado,

como un muerto mal guiado

que aplaude por reflejo.

¡Ay lectura sin ecos!

¡Qué profundo lo rimado!