Le pido al cielo que mis pasos no se quiebren,
que la senda no me expulse
y que tu nombre sea mi brújula.
Mi corazón aún lleva cicatrices,
pero en su latido herido
vive la certeza de que volverá a encenderse.
El mundo cierra puertas,
y en el laberinto de la duda
solo tu voz mantiene viva la llama.
Ser soñador pesa, quema
el amor cobra caro su tributo.
¿Quién paga el precio de sentir?
Prefiero tu vida a mi final.
Si sonríes, si la luz toca tus ojos,
ya no habrá tragedia que me derrote.
Te buscaré en la altura de las estrellas,
le contaré a la luna mis secretos
y mi fe descansara en tu regazo.
El amor, para mí,
es más vasto que la muerte:
tú respiras, yo respiro contigo.
Si tu destino florece,
el mío se da por cumplido.
No seremos amantes de papel,
seremos eternidad.
JCLoboramz
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