Leonardo Gutierrez Berdejo

La alfombra y la comba (picaresca)

La alfombra y la comba

 

En una sala ordenada

su dueña un día notó

que la alfombra matizada

en cierto lugar se elevó.

¡Un abombado en mi alfombra!

asombrada ella exclamó

y a lo que le dictó la comba

mil ideas ella soltó.

Con la escoba, la barrió

con la plancha, la alisó

una tabla, mil pasadas

una y otra vez intentó

pero por nada del mundo

la comba se quitó.

Cansada de tantas cosas

que solución no le daban

a un alfombrero experto

finalmente ella llamó

y en santiamén de pericia

la alfombra él levantó.

Sorpresa grande se llevan

los dos se miran renuentes

que el chichón escurridizo

no era más que una serpiente

Sabia enseñanza deja esta maltrecha ocasión:

donde veas un abombado, no recurras al pisón.