1
Cuidé de un pajarito que por descuidado, se lastimó una de sus alas, por más que quería, no podía moverse, el dolor, le hizo comprender que tenía que ser paciente y confiar en mí.
2
Amaneceres y largas noches en completa incomodidad, fue tan valiente que se decidió a sanar, y contra todo pronóstico, mejoró, y yo, me alegré con él.
3
Apenas pudo, se fue a conquistar ese cielo que veía lejano, años pasaron, hasta que lo vi de nuevo aquí, otra ala rota, y sí, la lección es obvia pero mis manos, lo curarán de nuevo