Me sorprendió tu huida de mi vida,
y aborrecí el amor que te tenía.
Entonces descubrí lo valiente que era
y tomé la decisión de tomar las riendas.
Ordené mi vida de tal manera
que parecía un clóset de primera,
con todo en su lugar correspondiente,
y se me olvidó el mal que, a veces hace la gente.
No pude evitar recordarme a tu lado,
y la tristeza me dejó cabizbajo.
Es que fui tantas cosas por ti, que yo no era,
y me alejé de todo aquello que era primavera.
Me sumergí en una quimera,
en tu mundo de madera,
y olvidé regarme el alma entera,
procurarme esas alegrías pequeñas,
persiguiendo esa felicidad tan ansiada,
que casi nunca llega; y al final, muy solo te deja.
Sin Ti, sin Mí…
Así, una vez me vi.