Él y su walkman solían tumbarse siempre sobre el césped tras ponerse el Sol mirando al firmamento
Ningún lamento consiguió habitar en la mentalidad de aquel chaval, era su propio cuentacuentos
Y contaba estrellas con un dedo, y con dos, “Quiero brillar como ellas” se decía convencido
El sabía que el talento le sobraba, aquel certamen de poesía le avalaba y no iba a darse por vencido
(Nunca) Y así el chico se hizo amigo de un bloc, de un par de lápices y le dio forma a su storyboard
Sus padres nunca compartieron su amor, pero creció y les dejo claro que lo haría aún yendo sólo (solo)
Y escapó por su camino de adoquines de oro entre bocas del lobo limitando cada aforo en todo bolo
Ya brillaba con luz propia, ¿pero que es de un campeón sin una copa?