Pero era una mentirita,
hijito mio, perdona,
pero tuve que mentirte,
y hoy ya tienes cincuenta
y estás en plena miseria.
\"Pero si trabajas mucho mucho mucho,
vas a ser muy muy exitoso\",
te repetía cual letanía
de una oración malhablada.
Y hoy no tienes qué comer,
¿fue fracaso lo tuyo?
en verdad el juego amañado
lo estuvo desde siempre.