Oscar Albanecich

ARENA

No se por qué a menudo

te comparo con arena

y me transformo;

Soy mar,

me extiendo pleno

en tu piel tibia

que cual playa al oleaje

absorbe el ímpetu

carnal de mi morada

dejando por retoño espuma

y retirada.

Soy bote,

me aventuro aguas a afuera

y calmo duermo

en tu dorado manto.

Viento me llamo

que risa tus caderas,

arrastrando sílice,

mutadas rocas

que me atan libre a la ensenada.

Grazno gaviota,

vuelo al ras de tu océano

de soles fecundando líticos recuerdos.

Soy la mano llana

que moja los níveos poros de tu piel

construyendo

castillos en la orilla,

esos que ha merced de la marea

se derrumban por la noche;

Ahora abecedario,

no hay términos que expliquen

la metamorfosis.

Sólo me transformo en tu presencia.