Querido
Esta tarde, en este mismo momento, mi corazón se ahogó y tuve que encerrarlo en un frasco de cristal.
No me explico por qué después de tanto tiempo
el destino quiere que mi alma se encuentre en una encrucijada.
¡Ay!, querido
Han pasado 4 años desde aquel equinoccio de septiembre
¿Dónde presencié tu grandeza por última vez?
El tiempo me ha jugado una mala pasada y me ha atado el hilo de la obsesión a tus labios.
Hoy mi corazón se ahogó y se extasió al ver que tan solo 4 años después te has convertido en ese hombre que hoy eres.
El verde esmeralda nunca te quedó tan bien.
¿Dónde has dejado los tatuajes que adornaban tus nudillos?
Es extraño verte sin esa tinta en tu cuerpo.
Pero más extraño es sentirme ansiosa de haberte visto.
Tal vez es madurez o tal vez te arrepentiste de buscar la luz en los lugares equivocados y la terminaste encontrando en ti mismo.
Me niego a dejarte ver que me has hechizado.
Dime, ¿quién eres tú para tenerme a expensas de tu buen juicio?
Sí, tanto tiempo antes esperé a que me amaras.
Me niego a hacerme evidente.
Pero dime tú, si es extraño que después de mucho, te siga escribiendo poesía.
Elizabeth Pérez
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