_Incipiens_

El Árbol de los Recuerdos

Una semilla se plantó.
Con amor se regó,
y de ella nació una planta
que, con los años,
en árbol se volvió.

Su copa lo ocupaba todo.
Entre las ramas
la luz de luna se filtraba,
iluminando el firmamento negro.

De sus ramas no colgaban hojas:
cascabeles dormidos,
recuerdos olvidados,
tantos como estrellas en el cielo,
aguardando su momento.

Un búho rompió el silencio.
Con su vuelo,
avivó el tintineo
de un mar de cascabeles.

Rozó uno en su camino,
y el recuerdo despertó.
Brilló un instante,
susurró su verdad,
y dócil, regresó al árbol,
donde volvió a dormir,
colgado entre las ramas
de la memoria.

Rubén Romero Toledo © 2025 todos los derechos reservados