Miércoles y enseña,
te han traído desde la lluvia
y vos saltaste el cielo
de las barricadas.
Me dices que huelo a mar,
a infinitas costas.
Pero en tu halo guardás todo,
y respiras silente.
Por eso te escucho lentamente,
sin que mi corazón se derrame.
Por eso te escucho lentamente,
sin reservas,