Siempre me gustó dormir entre cobijas gigantes y abrazando fuerte a la nostalgia que en la noche cambiaba turno con la soledad, hasta que llegaste tú
Siempre estuve rodeado de gente, amigos y amigas que querían tomar, fumar y más aunque nunca sentí que fuera mi lugar, hasta que conocí tus brazos y después de tanto me sentí encontrado
Siempre fui extrañó, mis mejores momentos eran en soledad con una libreta y un café mientras la gente me veía raro y sin entender por qué estaba ahí en vez de afuera, luego llegaste tú y sin explicarte el porqué lo entendiste todo
Siempre sentí que era peligroso enamorarse, entregarse y confiar ciegamente en una persona que nunca llegas a conocer del todo aunque siempre anhelé sentirme amado, es que nunca sale bien si la meta se coloca en un mundo tan ruin y mentiroso, plagado de promesas que carecen de voluntad y besos que se dan por compromiso, hasta que llegaste tú y tus ojitos.