Oscar Albanecich

Ocio

Bendito sea el ocio

que arrima navíos

desde lejanas o cercanas latitudes

con bodegas atiborradas

de historias de pasado y futuro

que se encumbra hasta el mástil

cadencioso de la tinta azul o negra,

surcando la blanca piel de la madera dócil.

Son aromas, sabores,

colores que se cuelan en cada letra

haciéndolas danzar sobre tus ojos

Son vibración de sentimientos

que ríen lloran,

se atropellan para denunciar

tal vez una injusticia

tal vez hablar de un mal amor o del amor

o de los muros de la indiferencia vana

Pero llegan, arriban uno a uno los barcos

trayendo  horas de misterio y sombra

Días de húmedos

Inviernos tórridos

atardeceres de veranos

tristes sinfonías de ausencia

Bendito sea el ocio

que permite deslizarse

hasta la fibra más oculta del humano

o más aún,

del propio baúl

donde están los ropajes de mi ego.

Bendito sea el ocio

Bendito sea..