Nkonek Almanorri

VOLVER A LA CUEVA.

 

 

El ser humano jamás ha sido

Feliz; Siempre ha padecido

Y arrastrado un miedo

Del cual no ha podido ni

Sabido nunca

liberarse.

 

En una sociedad ahogada, acabada,

La realidad tiende a repetirse

Hasta la saciedad, es

Prueba de una muerte segura:

Muerte por

Caquexia.

 

¡¡ Cómo es que la idea no se le ha ocurrido antes a estos ilustres cenutrios de, por ejemplo, el anti vacunismo; a estos que dicen que la Tierra es plana pero que nos lo han ocultado desde siglos !!.

 

En 1979 lo escuché decir en París a un antropólogo en un programa de la televisión francesa: “Antes de que acabe el siglo XXI, el hombre volverá a las cuevas”. Hoy hay quienes lo dicen públicamente: ¿Para qué leer (y menos aún, leer diferente), pudiendo dejar los libros en una pared como decoración, libros que nunca se leerán e incluso, ahora, también con videos de TikTok. Este “debate” de cenutrios lo ha abierto, como no podía ser de otra manera alguien que se dice y creer “influencer” (persona que cree influir en la sociedad humana sin especificar, nunca, en que sentido o dirección), muy famosa, dicen, y que, dicho sea de paso, también podríamos colocarla a ella en la misma estanterías de esos libros y esos vídeos. Por las Redes Fecales anda una tal María Pombo que se dice ella a sí misma que es escritora pero que en realidad no ha escrito jamás nada con un mínimo de interés social por lo tanto sí se puede decir que es eso que dicen que es: una influyente,  pero de una pésima calidad en cualquiera de los sentidos en que se le quiera calificar. Quien quiera saber qué deja en las Redes Fecales que mire en Internet. Quizás, y sin quizás, lo que no salga de esta “escritora” en Internet es que está radicalmente en contra de los libros; está, ideológicamente ( o lo da a entender) en contra de la Ciencia y de acuerdo en que en el país del Orangután de pelo rojo, Donald Trump, hayan logrado que un anti vacuna esté al frente del Ministerio de Sanidad. Con este nivel de tantos cenutrios e “influyentes” sueltos por cada vez más espacios del Planeta volveremos a la quema de los libros y atrás los tiempos en que lo ordenó Adolf Hitler: quemaremos los avances contra las enfermedades, las epidemias, los efectos del cambio que la Naturaleza está sufriendo, contra los efectos cada vez más de la escasez de agua. Y ya de paso nos pondrán en esas bibliotecas (más bien simples estanterías de libros desordenados) de videos acerca de cómo adiestrar tanto dentro como fuera de los EEUU a la sociedad en la violencia patriótica en nombre de un fascismo que ellos insisten en llamarla democrática…

 

Y así, poco a poco y siguiendo este camino con cada vez menos conocimiento y aún menos cultura, sin ciencia, sin saber humanísticos y menos aún de lo que fue la historia de la Filosofía y hasta del Derecho Internacional pues llegaremos a aceptar, por fin, qué es lo que está ocurriendo en Gaza y que de momento un alcalde de una ciudad como Madrid ha dicho, públicamente y en una plaza con medios de comunicación presentes, que: “él no cree que lo que está sucediendo en Gaza, ya con 65.000 asesinados, no es un genocidio”

 

Ya puesto en esta tesitura, ¿por qué no abrimos un debate acerca de si llegaremos a vivir o no en las cuevas?. Pregunto.