Quiero sentir tus labios
vibrando de la emoción,
disfrutando la pasión
con sus gestos voluntarios,
que le permita el pudor,
aceptar que la codicia,
de mi lengua húmeda y tibia
me convierta en pecador.
Que me acaricies la cara,
cuando disfruto tus labios,
me indica que se prepara.
Pero del sueño despierto
y sin gemir una palabra
deseo que sea cierto.
Jacho.