Estamos hechos de patrones,
extraños entrelazados,
por un paso acompasado,
por una mirada,
una palabra…
nada.
Vuelve,
la contemplación,
hermosamente amplificada, viva,
entre los trazos del viento pleno,
va pasando entre los colores del firmamento,
y de repente vuelve; antes de darse vuelta.