Todo lo que escribes estaba latente,
en el axón de tus neuronas patente .
Viajando a velocidad loca incesante,
dendritas brillan sinapsis coherente.
Y dieron la orden de escribir paciente,
las musas vienen rápidas cual torrente.
La pantalla impaciente será suficiente,
el amor entre teclas idea efervescente.
Y aunque la tinta con agua se borre.
Los poetas somos valientes e indulgentes.