Jesús Ángel.

Alas de libertad.

 

Como luz del océano,
que llega hasta la orilla,
bajo el fuego del alma,
no se pierde en la noche.

Tú que vives creyendo,
y esa luz que te guía,
alumbra tu caminar,
y tu motivo es avanzar.

Con la luz del corazón,
sin filtros ni con maldad,
con lucha y fuerza vital,
amas siempre de verdad.

Persigue tu sueño,
sin pausa ni tregua,
sigue tu reflejo
y ve siempre a por más.

Al ocaso de la noche,
o en días tenebrosos,
cuando la fuerza flaquea,
mira siempre al interior.

Quien sabe levantarse,
con alma y sinceridad,
quien nunca se rinde,
y ama de verdad.

Sé siempre tú mismo,
sin mirar a los demás,
firme, recto y seguro,
y así siempre a por más.

Si ante tiempos oscuros,
te aferras a la esencia,
destierras todo el dolor,
y te guías por la claridad.

Siempre viva será tu luz,
y tu esencia de bondad,
sin dar pasos en falso,
ni miradas hacia atrás.

Tu don es ser tal cual,
y tu brillo inmortal,
nunca apagues tu verdad,
respetando a los demás.

Como luz del océano,
que llega hasta la orilla,
tu ser nunca se apaga,
tu amor siempre es vital.

¡Nunca apagues tu verdad!
¡Nunca apagues tu verdad!